miércoles, 22 de octubre de 2014

HOTEL JUNTO A UN TERRAPLÉN DEL FERROCARRIL EDWARD HOPPER


HOTEL JUNTO A UN TERRAPLÉN DEL FERROCARRIL 1952

Hotel junto a un terraplén del ferrocarril
óleo sobre lienzo 79, 4x 101,9
Hirshhorn Museum and Sculpture Garden




Edward Hopper pertenece a esa categoría de artistas cuyo trabajo es melancólico, aunque no nos haga sentirnos tristes. La soledad es la esencia de su pintura. Sus personajes parecen estar siempre lejos de casa: están de pie junto a una cama de hotel, leyendo una carta, bebiendo en un bar, mirando a través de la ventanilla de un  tren en movimiento o leyendo  un libro en el vestíbulo  de un hotel.


 Sus rostros se muestran reflexivos y vulnerables. Están a  la deriva, encerrados  en lugares de paso; acaban de abandonar a alguien o de ser abandonados, buscan trabajo, sexo o compañía. En muchas ocasiones es de noche y por la ventana se ve la oscuridad que reina fuera y que esconde la amenaza del campo abierto o de la ciudad extraña. Pero, a pesar de lo sombrío de los ambientes de Hopper, sus pinturas, en sí mismas, no resultan deprimentes –quizá porque, al permitirle al espectador percibir un eco de sus propios sufrimientos y decepciones, éste se siente menos abrumado o acosado por ellos


Por eso quizá los libros tristes son los que más consuelo nos ofrecen en nuestras épocas bajas y los cuadros que representan solitarias estaciones de servicio son los que colgaríamos en  nuestras casas cuando no tenemos a nadie a quien abrazar o amar. 


En Hotel by a Railroad de 1952 Hopper trabaja con la codificación pertinente del contenido del cuadro . Aquí las miradas del hombre y la mujer no se encuentran, relacionándose por ello justamente : acentúan la linea de separación entre las personas y queda subrayada esa línea por medio de la limitada perspectiva del observador . 

Este ve, a través de la ventana abierta , oblicuamente a la postura del hombre , una `pared y una ventana cerrada : en el espejo junto a la ventana, que constituye el centro del cuadro ,apenas se pueden apreciar unos vagos reflejos cromáticos . La mirada de la mujer hacía el libro , la del hombre desde la ventana , la del observador del cuadro al exterior limitado y una superficie muerta de espejo caracterizan unas limitaciones y áreas extremas , y almismo tiempo recuerdan la diferencia entre las fantasías y las percepciones de hecho.



Mercedes Tamara 
22-10-2014



Bibliografía Edward Hopper, Edic Taschen

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