domingo, 30 de diciembre de 2012

CHULO CON PROSTITUTAS OTTO DIX

CHULO CON PROSTITUTAS 1922
Chulo con prostitutas
óleo sobre lienzo 70 x 55 cm
Colección particular



Wilheim Heinrich Otto Dix ( 1891-1969 ) nacido en Alemania . Ingresó en la Escuela de Artes y Oficios de Dresde en 1910. En sus tiempos de estudiante Dix vio exposiciones de Vicent van Gogh y de los futuristas , y esas obras marcarían su estilo personal . Sirvió como soldado voluntariamente durante la Primera Guerra Mundial y esa dramática experiencia, determinante en su vida, se convirtió en un tema recurrente de su producción hasta la década de 1930 . 


Tras el armisticio , Dix asistió a clases en la Dresden Akademie de Bidenden Künste y en 1919, desempeñó un importante papel en la creación de la Secesión de Dresde, una asociación de artistas expresionistas y dadaístas comprometidos politícamente. Cuando los nazis llegaron al  poder ( 1933 ) destituyeron a Dix de su puesto de profesor de la Academia de Dresde . Su arte,crítico con la sociedad alemana de la época , fue calificado moralmente ofensivo para el nuevo régimen.


En Chulo con prostitutas , Dix ofrece al lector una representación oscura . Muestra a tres personajes diferentes de pie, frente a una pared de ladrillo rojo sangre. El chulo, un hombre vestido con traje y una corbata delgada color crema , mira hacía la derecha. Su expresión  es marcadamente antigua ¿ Acaso mira con desdén a sus dos prostitutas ? ¿ Ha divisado a nuevos clientes potenciales para sus inexpresivas protegidas ? El color que emplea Dix  para iluminar el abrigo de la mujer de la derecha reitera la tonalidad de la pared que ambas tienen detrás. Con ello, Dix creó un sombrío paralelismo que materializa a la prostituta.




Mercedes Tamara 
30-12-2012


Bibliografía : Expresionismo, Edit Taschen

viernes, 28 de diciembre de 2012

JACKSON POLLOCK: UN GENIO INCOMPRENDIDO


SHIMERING SUBSTANCE 1946
Shimering Substance
óleo ¡sobre lienzo 75 x 61,6 cm
Nueva York, The Museum of Modern Art





En 1949, cuando la revista Life preguntó Jackson Pollock era “el pintor más importante de Estados Unidos”, el clamor resultante expresó la frustración popular, de casi medio siglo, respecto  a la pintura abstracta. Algunos dijeron que sus propias salpicaduras eran mejores que las obras  de Pollock. Otros dijeron que un chimpancé entrenado lo haría igual. Una pintura de Pollock, dijo un crítico, es como “una melena de pelos enredados que me produce la irresistible urgencia  de peinarla”.

Aun así, la reputación de Pollock ha sobrevivido a sus detractores. Hace varios años, una retrospectiva de su trabajo en el Museo de Arte Moderno de la Ciudad de Nueva York produjo filas de calle de largo, y una película galardonada sobre su vida se comenzó a proyectar a fines del  año 2000. Aparentemente “Jack el chorreador” captó cierta dimensión estética más allá de la  visión de sus críticos. Es algo, dice el físico e historiador de arte Richard Taylor, que no reside en el arte, sino en las matemáticas, específicamente en la teoría del caos y de su vástago: la geometría fractal.

Los fractales pueden parecer casuales a primera vista, pero cada uno está formado por un solo  patrón geométrico que se reproduce miles de veces a diferentes escalas, como las muñequillas  rusas contenidas unas dentro de otras. Son frecuentemente los restos visibles de sistemas caóticos, sistemas que obedecen a reglas internas de organización, pero son tan sensibles a pequeños cambios que su comportamiento a largo plazo es difícil de predecir. Si un huracán es un sistema caótico, el destrozo que deja a su paso es un patrón fractal.

Algunos patrones fractales existen solamente en la teoría matemática, pero otros brindan modelos útiles para formas de la naturaleza que, aunque irregulares, siguen un patrón, como la  ramificación de los ríos y de los árboles, por ejemplo. Los matemáticos tienden a clasificar las dimensiones fractales en una serie de escalas entre 0 y 3. Los fractales unidimensionales (como una línea segmentada) se ubican entre 0,1 y 0,9; los fractales bidimensionales (como la sombra de una nube) entre 1,1 y 1,9; y los fractales tridimensionales (como una montaña) entre 2,1 y 2,9.La mayoría de los objetos naturales, cuando se analizan en dos dimensiones, varían 1,2 y 1,6. El físico Richard Taylor se encontraba en Inglaterra hace 6 años, disfrutando de su sabático, cuando se dio cuenta de que el mismo análisis podría aplicarse al trabajo de Pollock. © Santillana • 2 Mientras trataba de obtener una maestría en historia del arte, Taylor visitó varias galerías y revisó numerosos libros de pintura. En un punto de su investigación, comenzó a notar que las gotas y salpicaduras en los lienzos de Pollock parecían crear patrones repetitivos en diferentes escalas, exactamente igual que los fractales. Meses después, de regreso en su laboratorio de la universidad de Nueva Gales del Sur en Sydney, Australia, Taylor puso su perspicacia a prueba. Primero tomó fotos de alta resolución de lienzos que  databan desde 1943 hasta 1952 (Pollock se retiró de la pintura por goteo en 1953). A continuación transfirió las fotos  a una computadora y dividió las imágenes mediante una malla electrónica de pequeños escaques. Finalmente utilizó la computadora para comparar cerca de 5 millones de patrones de goteo en diferentes lugares y escalas en cada pintura,  desde la longitud de un lienzo completo (de 3,7 metros en  algunos casos) hasta menos de 2,5 milímetros. Las dimensiones fractales de las primeras pinturas de Pollock, concluyó  Taylor, se corresponden estrechamente con las halladas en  la naturaleza. Una pintura de 1948 llamada Número 14, por  ejemplo, tiene una dimensión fractal de 1,45, similar a la de  numerosas líneas costeras.prueba. Primero tomó fotos de alta resolución de lienzos que  databan desde 1943 hasta 1952 (Pollock se retiró de la pintura por goteo en 1953). A continuación trejemplo, tiene una dimensión fractal de 1,45, similar a la de numerosas líneas costeras.







Convergence nº 10
óleo y barniz sobre lienzo 66 x 269 cm
Buffalo . NY, Albright, Art Gallery Seymour





Un escéptico podría sugerir que el efecto es coincidencia, pero Pollock sabía claramente lo que buscaba. Mientras más recientes son las pinturas, más ricos y más complejos son  sus patrones y más alta su dimensión fractal. Polos azules, una de las últimas pinturas por goteo de Pollock, valorada  actualmente en más de 30 millones de dólares, fue pintada durante un período de 6 meses y ostenta la más alta dimensión fractal de todas las pinturas que examinó Taylor: 1,72. Al  parecer, Pollock estaba probando los límites de lo que el ojo  humano es capaz de considerar estéticamente placentero.

Para hallar si los fractales de Pollock son responsables de la atracción duradera hacia sus pinturas, Taylor inventó  un equipo que llamó el Pollockizador. Consiste en un recipiente de pintura que cuelga de un cordel como un péndulo  y que puede ponerse en movimiento mediante bobinas  electromagnéticas cerca de la parte superior. Al moverse el  recipiente, una boquilla en el fondo lanza pintura sobre un pedazo de papel colocado en el piso debajo de ella. Ajustando el tamaño y frecuencia del movimiento, Taylor lograba que el movimiento del Pollockizador fuera caótico o regular, creando así patrones de ambos tipos, fractales y no fractales.

Taylor entrevistó a 120 personas para saber cuáles patrones  preferían y 113 escogieron los patrones fractales. Dos estudios recientes de psicología perceptual han hallado también que las personas prefieren claramente las dimensiones fractales, similares a las que se hallan en la naturaleza, pero los  estudios no coinciden con el valor exacto de la dimensión.  t En las pinturas por goteo de Jackson Pollock, al igual que en  la naturaleza, ciertos patrones se repiten una y otra vez. Estos  fractales tienen distintos grados de complejidad, clasificados  por los matemáticos mediante escalas de 0 a 3. Una línea recta  (arriba izq.) o un horizonte plano (arriba der.) se ubican al fondo  de la escala, mientras que los goteos densamente entrelazados (abajo izq.) o las ramas (abajo der.) clasifican más alto. Los  patrones fractales pueden ser la causa de la atracción hacia la obra de Pollock. También le permiten al físico Richard Taylor  discriminar los verdaderos trabajos de Pollock de las pinturas  creadas por imitadores y falsificadores. A principios del año pasado, un coleccionista de arte le pidió que revisara un lienzo, sin firma ni fecha, que se suponía era de Pollock. Cuando Taylor  lo analizó, halló que no tenía dimensión fractal y que, por tanto, debía ser de otro artista.4. CL-TEX ORDEN.


Interpreta el textoEn un estudio los sujetos prefirieron una dimensión de 1,3 y en el otro 1,8.El año pasado, después de reubicarse en la Universidad  de Oregon, Taylor colaboró con psicólogos perceptuales en Australia e Inglaterra para ver si podían resolver la  discrepancia. El equipo comenzó dividiendo los patrones fractales en tres categorías: naturales, generados por computadora y hechos por el hombre, consistiendo esta  última categoría en secciones escogidas de las pinturas por goteo de Pollock. Le pidieron a cada uno de los 50 sujetos que evaluaran 40 patrones diferentes, debiendo escoger entre dos patrones de cada vez. Los resultados, publicados en Nature el pasado mes de marzo, fueron concluyentes: el 80 por ciento de la veces, los sujetos prefirieron las dimensiones fractales entre 1,3 y 1,5, independientemente de su origen.

Los estudios han hallado que las personas prefieren patrones que no son demasiado regulares, como las barras de los patrones de prueba de la televisión, ni demasiado  aleatorios como una pantalla nevada. Prefieren las sutiles variaciones sobre un tema recurrente, digamos, un tema de Beethoven, a la monotonía de las escalas repetidas o a la cacofonía producida por alguien que golpea el teclado. De acuerdo con James Wise, profesor adjunto de ciencias  ambientales de la Universidad del Estado de Washington,  uno de los colaboradores de Taylor, estas preferencias pudieran remontarse a nuestros primitivos ancestros. En  la sabana africana, ellos podían determinar si la hierba era movida por el viento o por el paso de un león, prestando atención a las variaciones de las dimensiones fractales, pero cuando las dimensiones fractales son altas (una selva tropical densamente poblada, por ejemplo), los primitivos seres humanos eran más vulnerables y se sentían más incómodos. “Quizás nuestra apreciación de los patrones fractales de las dimensiones más bajas no tienen tanto que ver con la belleza”, dice Taylor, “sino con el instinto de supervivencia”.

Los artistas, los arquitectos, los escritores y los músicos pueden apelar instintivamente a sus auditorios mediante la imitación de los patrones fractales que existen en la naturaleza. En el caso de Pollock al menos, esta inspiración parece clara. Comenzó su primera serie de pinturas por goteo con superficies retadamente urdidas, poco después de mudarse de Manhattan a una casa rural en Long Island, New York, a fines de 1945.

Taylor confía tanto en su método, que dice poder ubicar en el tiempo cualquier lienzo de Pollock, con exactitud de un año, analizando su dimensión fractal.

El Pollockizador demuestra que generar patrones fractales por goteo es mucho más difícil de lo que parece, dice Taylor. “Fue la forma en que Pollock realizó el goteo, lo que lo hace fractal”. En un documental de Hans Namuth, de 1950, se puede ver a Pollock dando vueltas alrededor de sus lienzos colocados en el suelo, dejando caer gotas y lanzando pintura en movimientos que parecen ser fortuitos y a la vez perfectamente controlados. No estaba imitando a la naturaleza, estaba adoptando su mecanismo: la dinámica del caos.



Mercedes Tamara 

28 .12.2012


Bibliografía : Pollock, Leonhard Emmerling edit : Taschen 

" Expresionismo abstracto " Bárbara Hess edit: Taschen




viernes, 21 de diciembre de 2012

UNO : NÚMERO 31 JACKSON POLLOCK

                                                 UNO : NÚMERO 31 1950
UNO : NÚMERO 31
Óleo y esmalte sobre lienzo 269 x 530 cm
Museum of Modern Art , Nueva York






En 1950 , a Jackson Pollock ( 1912-1956 ) ya se le consideraba la personificación del expresionismo abstracto . Aunque la fama de Pollock se debiera a múltiples factores, quizá la que le encumbró una serie de fotografías del artista trabajando en el estudio de East Hampton tomadas por Hans Namuth, un emigrado alemán y estudiante de  fotografía . Luego llegó el eufórico Ritmo de otoño, casi en el cénit de la producción artística de Pollock , cuando también realizó al menos otros dos lienzos de similar  nivel . Tanto Uno, número 31 , como Número 1 ,1950 ( Bruna Lavanda ) fueron creados utilizando una técnica con la que Pollock derramaba chorros de esmalte doméstico para interiores sobre una superficie de lienzo extendida y sin imprimar que había colocado  en el suelo del estudio.




Aproximándose al lienzo , así dispuesto el artista conseguía estar casi en " el propio  cuadro " . Aunque Uno , número 31 no es la única obra mediante la cual Pollock  decidió fortalecer su asociación con el mundo natural, cualquier referencia explicita a ello parece ser un pretexto para el espectador que se enfrenta a lo que es una disposición de lineas tremendamente compleja .




En este caso la linea no describe la forma .Lo que Pollock presenta es una cautivadora  narración de energía independientes transmitidas mediante el acto de realizar marcas, un acontecimiento o lo que queda del mismo , que articula de un modo tan sofisticado como matizado el hecho de que un cuadro contiene su propia naturaleza.




Mercedes Tamara 
21-12-2012

Bibliografia : Jackson Pollock, Edit Taschen