COMPOSICIÓN N 1 1912
Composición nº 1 óleo y pintura acrílica sobre lienzo 2.69 x 5.30 cm Museo de Arte Moderno, Nueva York |
La Camposición nº 1 es una obra de dimensiones enormes, de una medida que quiere imitar un muro de obra. La tela está totalmente cobierta de color en expresión estilística de un absoluto horror vacui que será un elemento característico de la obra de Pollock y de otros miembros del expresionismo abstracto. Los colores son utilizados directamente tal como salen de los tubos. Pollock emplea colores puros, rojo, blanco, negro, con los cuales forma Iineas que se curvan sinuosamente unas sobre las otras, mostrando un ritmó paroxístico. No hay un motivo que centre la vista deI espectador, sino que se ha de limitar a pasar la mirada por toda la superficie de la pintura. Es una obra total que se ha de disfrutar integramente. Este cuadro es una imagen de una intensidad casi apocaliptica gracias a la rapidez y a la energía psíquica de su ejecución, que son palpables en el cuadro. Para llenar el lienzo escoge los materiales que le proporciona la industria, barniz, esmaltes, con colores de cualidades timbricas y potentes. La obra se realiza sin un plan previo y, «como el jazz, se construye al mismo tiempo que se interpreta». Lo importante es la inmediatez, el acto de pintar más que el resultado final. No existe, por tanto, un tema, ni un espacio determinado, ni una disposición compositiva, ni figuración. Su acción responde a un impulso libre, automático, principio ya utilizado por los surrealistas, y el resultado es un espacio puramente óptico y totalmente cubierto («all over»). La pintura es un vehículo de expresión de sentimientos, pero no hay nada que descifrar. Aspectos técnicos y estilísticos: Para la elaboración de esta pintura, remarcablemente tranparente a pesar de las muchas capas de color. Pollock marca las líneas con un ritmo determinado que controla dejando caer la pintura encima de la tela, colocada directamente sobre el suelo, mediante una lata agujereada o unos pinceles rebosantes de pintura. Es la técnica del «dripping» (gotas y salpicaduras de color), que deja un amplio margen a la casualidad. La Pintura de Pollock deliberadamente improvisadora, está basada en una expresión irracional y primitiva, de carácter mágico y simbólico, de raices psicoanalíticas, que observa al artista en los ritos de los aborígenes americanos. Otros artistas se inspiran en otras teorías, como Mark Tobey en las enseñanzas del zen oriental. Este arte informal, el expresionismo abstracto, que como corriente estética es la negación de presupuestos figurativos anteriores, manifiesta una gran tensión y un dramatismo destinado a influir decisivamente en la pintura contemporánea americana y europea de entreguerras. Dentro de esta corriente, Pollock, es el creador del Actio Painting, producto de un automatismo violento y gestual, la pintura en acción, donde el hecho mismo de pintar es tanto o más importante que la obra que se realiza. Esta pintura es la expresión de una época marcada por profundos cambios sociales y políticos, por guerras lejanas, como las de Indochina y Corea, y por la experimentación atómica. Durante la Segunda Guerra Mundial el centro cultural artístico y comercial se desplaza desde Paris y Berlín a Nueva York, una ciudad cosmopolita, abierta a todas las influencias, que acoge a numerosos artistas vanguardistas exiliados del viejo continente. Las tendencias contrapuestas que imperan en Europa en esos años eran la abstracción geométrica y el superrealismo: será en Estados Unidos donde los pintores romperán esa polarización y crearán una pintura totalmente nueva a partir de la fusión de ambos movimientos. Biografía: Jackson Pollock (1912-1956) ya desde sus inicios, con los dibujos de los años 1939 y 1940 traduce al lienzo el vocabulario de imágenes virtuales que todo individuo posee de forma inconsciente. El psicoanálisis de Jung y la obra de Picasso, un Picasso que Pollock conoce a través de la retrospectiva del MOMA de 1939, así como el descubrimiento del arte aborigen, en especial de la pintura de arena practicada por los indios norteamericanos, llevaron a Pollock a concebir la pintura como resultado de la experiencia vital del artista, casi como una radiografía del propio yo. No todo, sin embargo, era improvisación, rapidez. Después de una primera fase de automatismo, procedía a una fase de reflexión en busca de la coherencia y unidad que garantizaban la vida de la obra de arte. En todo el proceso creativo de Pollock, mucho más importante que las técnicas utilizadas, o incluso que el propio resultado, era el método de trabajo. El mismo Pollock ha descrito en más de una ocasión su peculiar manera de enfrentarse al cuadro; Pollock, por ejemplo, nunca trabajaba sobre el caballete, sino sobre el suelo, para poder así estar literalmente dentro de la pintura; además, eliminaba las herramientas típicas del pintor, como el caballete, la paleta y los pinceles, sustituyéndolos por varillas o cucharas, y usaba como material una pasta espesa mezclada con arena y vidrio molido. Además, Pollock fue el primer pintor de la época que trabajó por impregnación en la tela cruda, procedimiento que tuvo gran repercusión no solo entre los artistas de su generación, sino también de la generación posterior, la de la abstracción pospictórica. Pollock pasa por un inicial período figurativo —obras de 1936 y 1937, con una clara predilección por los valores matéricos y cromáticos— influido por la pintura mesiánica de Orozco y Siqueiros y, posteriormente, por Picasso y por los surrealistas (Ernst, Miró, Matta), pero alrededor de los años 1938 y 1939 renuncia a las influencias foráneas, especialmente las europeas. Por estos años descubre la forma de expresión irracional y primitiva; los ritos y las imágenes totémicas de los aborígenes americanos alimentan su obra, que queda imbuida de carácter mágico y simbólico. A partir de 1946, con la introducción del dripping, Pollock se impone como maestro de la concepción gestual característica de la action painting. Hasta 1951, coincidiendo con su período en blanco y negro, realiza un gran número de telas abstractas de gran formato; cuadros all over, sin centro, dominados por el color y por la inmediatez de ejecución, de gran tensión y dramatismo y de un poderoso ritmo vital, respuesta a sus emociones. Desde 1953 hasta su trágica muerte, en 1956, Pollock abandona el dripping y retorna a la primitiva figuración expresionista, con una adopción de antiguas temáticas relacionadas con los motivos totémicos de los años cuarenta. La influencia de Pollock, uno de los artistas de esta generación que con su obra ponía de manifiesto las preocupaciones estéticas de su tiempo, se dejó sentir en sucesivas generaciones tanto en América como en Europa. El camino ya estaba abierto. Pollock había revitalizado la pintura abstracta americana en las vías del gesto, de la acción, de la energía y de la pasión dramática. Tanto él como los seguidores de esta corriente —De Kooning, F. Kline, Ph. Guston, J. Brooks, B. W. Tomlin— creían que era la propia necesidad interna, la misma que Kandinsky imploraba en su De lo espiritual en el arte, la que dictaba todo el proceso de pintar
Mercedes Tamara
23-01-2015
Bibliografia : Wikipedia
Jackson Pollock, Edic Taschen
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