viernes, 15 de junio de 2012

BEETHOVEN DE MAX KLINGER

BEETHOVEN 1902
Mármol griego, tela , ónice ; pedestal: mármol pirenaico: ojos de águila. ámbar, garras de águila: bronce: trono bronce:

cabezas de márfil : bandas de mosaíco: vidrio : ágata, jade , madreperla , pan de oro, altura total 310 m
Leipzig , Museum der bildenden Künste




La imponente escultura Beethoven de Max Klinger inagura el siglo, desafiante y majestuosa como el son de las trompetas y clarines . Resulta a un tiempo segura , orgullosa , distante, admirable  heroica y sobrehumana en el sentido de que el filósofo Friedrich Nietzche da a la palabra .

El conjunto escultórico es un conglomerado macizo y sin embargo delicado en mármol , ónice, bronce, piedras preciosas y marfil, un monumento en que todo ha de ser excelente . La escultura fue excelentemente preparada en la Secesión vienesa , un edificio del arquitecto modernista Joseph Maria Olbrich erigido con el cambio de siglo para la nueva época y su arte igualmente nuevo .La exposición , concebida como homenaje al compositor constituyó la mayor expresión del concepto secesionista de obra conjunta : 21 artistas participaron en la misma , bajo la dirección de Josef  Hoffman . El Beethoven de Klinger se situó en el centro. Las salas habían sido decoradas por  Gustav Klimt con el Friso de Beethoven que aún hoy puede admirarse en el edificio de la  Secesión , si bien en otro contexto.

El monumento de Klinger cobra vida gracias a la exageración y la pose , elementos inconfundibles del arte fantástico . Klinger se basa en las anécdotas que circulan a base del genio , y a la vez su  propia obra influirá en la posterior consideración del compositor en el siglo XX .  El escultor presenta a Beethoven como deidad olimpica: el torso desnudo lo vincula a la representación clásica de los dioses . Su Beethoven yergue decidido el mentón : está rodeado de las señas del poder  celestial y terrenal: ángel, águila, roca y trono . En su conjunto, esta ultrafantástica escultura es al mismo tiempo expresión inconfundible de orgullo por el hijo dilecto de la nación . Klinger que había financiado el mismo la construcción de la escultura , no consiguió venderla a Leipzig  su  ciudad natal hasta pasado varios años .

Aún cuando en la actualidad la admiración por su genio adopta términos más sobrios , el dramatismo inmanente a la escultura continúa convenciendo y emocionando . No hay que olvidar que el dificílisimo objetivo que Klinger se había propuesto era dar expresión material, sólida y monumental a la música , la más volátil e inmaterial de las artes . Al escoger la figura de un compositor para dicha representación no hace sino seguir un larga tradición: a fin de 
cuentas , las artes plásticas pretenden precisamente eso, crear una encarnación , una expresión perceptible de lo indescriptible de lo que solo puede ser imaginado.

Klinger , artista polifacético que en sus cuadros y especialmente en sus grabados supo plasmar con técnica virtuosa las fantasías de su imaginación , se propuso nada menos que la renovación de la escultura policroma clásica. Su Beethoven, sin embargo , evidencia también que en ocasiones la fantasía puede resultar arbitraria , disolverse en si misma e incluso resulta cómica particularmente  cuando se excede en la superación de las barreras , lo cual por otra parte , es inherente al arte  fantástico ,Beethoven escapa finalmente a este sino fallido gracias a la grandeza y la majestuosidad de su proyecto.

Mercedes Tamara 
25 junio 2012

Bibliografia ; Arte Moderno , Todo Arte Edmat Libros 

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