Madre con dos hijos II, 1915
óleo sobre lienzo 149x 160 cm
Leopold Museum, Viena
El rostro de la mujer con las mejillas demacradas y una extrema palidez, aparece afligido. Cubierta por un hábito de monja, parece abatida en dolor y desolación. Rodeados de almohadillas o matas de color naranja intenso y enfundados en unos folklóricos ropajes, los pequeños se asemejan a muñecos. Las posturas o los movimientos de sus brazos son toscos. Ubicados frente a frente, los niños encarnan dos respuestas antitéticas pero complementarias, ante la vida del niño de la izquierda permanece pasivo , estático y ciego a la vida; el de la derecha parece ser más activo , despierto y con los ojos abiertos , sugiere volcarse a la vida . La madre, en un segundo plano, tiene aspecto de estar más próximo a la muerte.El fondo oscuro y monocromo , de una negrura abismal, aplaca el sentido decorativo y optimista del cromatismo que envuelve a las figuras infantiles. La telas a rayas multicolores muestran la predilección que sentía el pintor por el arte popular y sus colores vivos . Fascinado por el arte popular local, nuestro protagonista realizó un diseño para un bolso para su esposa Edith que se cree, inspiró a la vez lapresente obra.
En lo que respecta a la composición y a su estructura piramidal este trabajo se se asienta en la obra del mismo título que Gustav Klimt pintó hacía 1909-10, aunque tanto en el estilo como en la expresión, ambas obras resultan completamente diferentes . A pesar de que el grupo maternal de Klimt se encuentra sumergido en una profunda y misteriosa oscuridad, la escena transmite la extrañeza y amargura que transmite la obra de Schiele.
Como modelo para la figuras de los niños, Schiele se sirvió de su propio sobrino Anton " Toni " Pescha, que había nacido en 1914 . Parece ser que, cuando el pequeño Toni se ausentaba , Schiele pintaba valiéndose de una muñeca. También recurrió a su núcleo familiar para la figura de la madre, que estuvo inspirada por la propia madre del pintor Marie Soukup. Esto demuestra que para está época la relación entre madre e hijo había empezado a mejorar. A pesar de estas referencias autobiográficas, esta pintura no debe considerarse un retrato de familia. Aunque las circunstancias personales siempre sirvieron de base e inspiración a Schiele , sus pinturas alegóricas nunca fueron explicítamente autobiográficas. Con esta maternidad el pintor propuso una nueva reflexión en torno a lo inexorable del destino humano y a la proximidad de la extinción definitiva, se trata de una reflexión más sobre el ciclo de la vida.
Mercedes Tamara
17-11-2013
Bibliografía : Egon Schiele Galeria de Pintores, Edic Monsa
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